Actualmente esta muy de moda en el ambiente de los
gimnasios el término “Entrenamiento Funcional”, pero el tipo de entrenamiento
que muchos pretenden realizar esta muy lejos de lo que propone su nombre. Para
entender bien lo que es este tipo de entrenamiento debemos comenzar por conocer
su definición.
¿Qué es Entrenamiento Funcional? El entrenamiento
funcional es una clasificación de ejercicio que implica entrenar el cuerpo para
las actividades realizadas en la vida diaria, esta es la premisa de esta
modalidad de entrenamiento. Ahora bien, esta premisa también puede aplicarse
para otras necesidades o actividades que la persona realiza, de manera que un
programa de entrenamiento funcional para un individuo de 40 años que tiene años
de no ejercitarse y que lleva un estilo de vida sedentario no va a ser el mismo
que el de un atleta de 40 años con una lesión en la cadera y que desea
superarla para incorporarse nuevamente a su deporte.
El entrenamiento funcional tiene sus orígenes en la
rehabilitación. Los terapeutas físicos y ocupacionales a menudo usan este enfoque
para tratar a pacientes con trastornos del movimiento. Las programas de
entrenamiento funcional deben estar diseñados para incorporar prácticas específicas
de tareas y contextos en áreas significativas para cada persona, con el
objetivo general de lograr la independencia funcional. Por ejemplo, los ejercicios
que imitan las actividades de las personas en casa o en el trabajo pueden
incluirse en el entrenamiento para ayudarles a regresar a sus vidas o trabajos
después de una lesión o cirugía. Por lo tanto, si el trabajo de una persona
requiere repetidamente levantar objetos pesados, el programa estaría dirigido a
levantar objetos pesados, si la persona fuera un padre de niños pequeños, entonces
estaría dirigido a levantar y soportar de forma moderada carga sobre su espalda,
y si la persona fuera un corredor de maratón, el programa estaría dirigido al
fortalecimiento de la resistencia y la estabilidad en la cadera. Ahora bien,
los entrenamientos o programas funcionales deben de diseñarse después de una
cuidadosa evaluación de la condición física del individuo, sobre lo que le
gustaría lograr y asegurándose que los objetivos del programa sean realistas y
alcanzables.
En resumen, el entrenamiento funcional debe intentar
adaptar o desarrollar ejercicios que permitan a las personas realizar las
actividades de la vida diaria más fácilmente para minimizar el riesgo de
lesiones, pero actualmente lo que observamos como entrenamiento funcional son
clases grupales en bandas TRX. Con esto no quiero decir que no se podrían
utilizar estas bandas para incorporar ciertos ejercicios funcionales a determinadas personas, pero
definitivamente una clase de grupo con este tipo de implemento como instrumento
único esta muy lejos de poder ser considerado entrenamiento funcional.
Para que un programa de ejercicio funcional sea
efectivo debe incluir las siguientes características y adaptarlas a las
necesidades o los objetivos de cada persona:
Se debe realizar una evaluación física para
determinar qué ejercicios se incluirán en el programa y la carga de
entrenamiento.
- Debe estar basado en tareas funcionales dirigidas a las actividades de la vida cotidiana (o a la actividad física o deporte que la persona realiza).
- Debe ser individualizado: un programa de entrenamiento debe adaptarse a cada individuo. Cualquier programa debe ser específico para los objetivos de un individuo, centrándose en tareas significativas. También debe ser específico para el estado de salud (historial de lesiones).
- Debe ser integrado, o sea que debe incluir una variedad de ejercicios que trabajen la flexibilidad, el tronco, el equilibrio, la fuerza y la potencia, centrándose en distintos planos de movimiento.
- Debe ser progresivo, debe aumentar constantemente la dificultad de la tarea.
- Debe ser periodizado, principalmente mediante entrenamiento con práctica distribuida y variando las tareas.
- Se debe repetir con frecuencia.
- Debe incluir la manipulación de objetos de la vida real.
Y por último, es muy importante la retroalimentación
después de cada entrenamiento, se debe evaluar el desempeño que se tuvo, desde
la perspectiva del entrenador y
del individuo.