Las
personas más exitosas saben lo que necesitan para impulsarse mental y
físicamente. Es por eso que muchos de ellos recurren a programas intensos de
ejercicios que desafían sus fronteras, ya que los vuelven físicamente más fuertes
y mejoran su procesamiento mental. Se sabe que el ejercicio es lo mejor que
puedes hacer por tu cerebro en términos de humor, memoria y aprendizaje.
“En mi juventud poseía toda la energía del mundo y el ritmo
acelerado del mundo empresarial no me afectaba en lo mas mínimo, ocasionalmente
tenía que esforzarme para lograr mis metas lo que me permitió ir avanzando en
la pirámide ejecutiva. En cambio hoy en día cada vez me siento más fatigado y
encontrar esa motivación para empujarme se hace cada vez más difícil”. Esta es una de las historias que más se repite de parte de clientes que
ocupan puestos altos en compañías grandes, en donde el nivel de estrés que
manejan y las largas horas laborales hacen que el detrimento en su salud se vea
reflejado en falta de energía e incapacidad para concentrarse, lo que cada vez
dificulta más su labor y les genera mayor estrés.
Por
desgracia, también no suelen escuchar a los argumentos sobre la importancia de
una buena salud debido a que están “demasiado ocupados” y además son muy
testarudos. Al mismo tiempo, sus personalidades y sus actividades diarias fomentan
comportamientos poco saludables, frecuentes comidas de negocios combinadas
muchas veces con un exceso en el consumo de alcohol, largas horas sentados en
una oficina, etc.
Ahora bien
el problema no es encontrar tiempo para ejercitarse, no importa lo que digan
estos ejecutivos. Por lo general, ellos tienen el poder de hacer cualquier cosa
que realmente quieran hacer, el problema es que no creen que lo necesitan. El
hecho de no poder subir 20 escalones sin sentir que se están muriendo o tener
una presión arterial por encima del promedio no les impide realizar su trabajo,
y para algunos de ellos, el trabajo es más importante que cualquier otra cosa.
Lo que
ellos no realizan es que tanto sus trabajos, así como sus cuerpos, están siendo
víctimas de ese tipo de pensamiento, ya que un alto ejecutivo con poca energía
es un problema para cualquier empresa, al igual que uno estresado ya que afecta
la toma de decisiones y la atención a sus labores. También, la vida familiar se
ve afectada, debido a que se demoran más en hacer su trabajo y les consume más
energía, por lo que además de limitarles cada vez más el tiempo que dedican a
su familia, la calidad de ese tiempo es menor debido a esa falta de energía y
estrés.
El simple
beneficio de ser saludable y tener más energía debería ser suficiente para
motivar a una persona a comer bien y hacer ejercicio, pero también la cultura
de la empresa está en juego, pues existen empresas que no prestan la debida
importancia a la salud física de sus empleados. Por otro lado existen otras que
si lo están haciendo e inclusive han implementado programas de ejercicios para
su personal y han hecho obligatorio para todos el participar en ellos. Estas
empresas han experimentado de primera mano los beneficios del ejercicio al ver
como el ausentismo ha disminuido, el redimiendo ha mejorado e inclusive los
gastos en seguros médicos se han visto reducidos.
De manera
que si eres un ejecutivo o dueño de negocio que ha estado dejando de lado su
salud por el exceso de trabajo y la falta de tiempo pero que desea poner un
paro a esta situación, a continuación encontrarás unos consejos que te ayudarán
a ello:
- Comienza por dedicarle de 20-30 min. a una rutina de ejercicios 3 veces por semana dejando un día de por medio de descanso. Dicha rutina debe de incorporar ejercicios de resistencia muscular y cardiovascular.
- Adquiere un pedómetro o un app (Ej.: Fitbit) que te permita llevarle un seguimiento a tu actividad diaria así como también a tus patrones de sueño.
- Mejora tu alimentación. Muchos ejecutivos se quejan de cansancio y una falta general de energía a medida que pasa el día y pueden encontrar el culpable, además del sedentarismo, en su dieta. Nunca ha habido un dicho más veraz que este: "eres lo que comes". Si come los alimentos equivocados, estos harán que te sientas letárgico e incapaz de concentrarte.
Implementa
estos consejos y verás como ellos, combinados con una actitud positiva, mejorarán
tu salud, energía y capacidad de concentración. Tu familia y tu trabajo o negocio
te lo agradecerán.
Comprometido
con tus resultados,
JC Mendoza
Experto en
Fitness