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Este blog se creó con un sólo propósito.... ayudarte a alcanzar la salud y figura que siempre has deseado. No importa cuál sea tu meta, aquí encontrarás los consejos, las estrategias y las técnicas de entrenamiento de vanguardia que te ayudarán a alcanzarla sin tener que gastar tu tiempo y dinero en rutinas de entrenamiento y suplementos que no funcionan.

sábado, 28 de enero de 2017

¿COMO ROMPER CON EL HABITO DE POSPONER EL EJERCICIO?

El posponer las cosas o dilatarlas es un hábito, un patrón de comportamiento profundamente arraigado. Eso significa que no lo romperás de la noche a la mañana. Los hábitos sólo dejan de ser hábitos cuando dejas de practicarlos persistentemente por un tiempo prudencial. Hay muchas estrategias que ayudan a ello, unas funcionan mejor para unas personas que para otras o para determinadas tareas mejor que otras. Por eso es importante utilizar tantas como sea posible para maximizar tus posibilidades de vencer este hábito.

Un hábito que muchos posponen a pesar que es de todos conocido sus beneficios para gozar de buena salud y bienestar, es el ejercicio. A continuación te compartiré algunas estrategias que te ayudarán a romper este hábito y te encaminarán hacia una mejor condición física.

Ejercítate por períodos cortos de tiempo
Los expertos en autoayuda recomiendan que cuando se trata de posponer cualquier aspecto de tu vida, si dedicas por lo menos 10 ó 15 minutos a la tarea, establecerás un proceso saludable en movimiento. Por lo que establecer un período fijo de tiempo para el ejercicio te motivará a superar la inactividad. Muchas personas encuentran que cuando realizan una tarea de esta manera, ganan impulso en medio de la actividad y quieren continuar más allá de la meta mínima que se han fijado para sí mismos. Además, es difícil superar el hábito de posponer si has sobre-entrenado tus músculos y estas muy adolorido(a) después de hacer ejercicio. De manera que si no has hecho ejercicio durante algún tiempo debes comenzar lentamente y avanzar gradualmente.

Elije formas agradables de ejercicio
Una de las razones por las que las personas evitan el ejercicio es que lo encuentran aburrido o extenuante. Piensa en los tipos de actividades que más te gustan y establece un horario para realizarlas (correr, montar bicicleta, saltar cuerda, jugar fútbol, etc.). Si  simplemente no te gusta la sensación de estar caliente y sudoroso(a) después de un entrenamiento, podrías considerar nadar de forma regular.

Establece metas alcanzables
Una de las maneras de mantenerse motivado para hacer ejercicio es establecer metas realistas. Muchas veces nos dejamos llevar por el entusiasmo y establecemos metas poco realistas que terminan por matar nuestra motivación. Por el contrario, si establecemos metas pequeñas y alcanzables, cada vez que alcancemos una nos recargaremos de optimismo y confianza en nosotros mismos y esto nos mantendrá motivados a seguir adelante.

Ejercítate con un amigo
Para algunas personas, el ejercicio es una actividad solitaria. Si no disfrutas ejercitándote solo(a), encuentra un compañero de entrenamiento que disfrute de las mismas actividades que tu. Sólo con saber que te has comprometido con un amigo para ir al gimnasio o para salir a correr te presionará para seguir adelante. Además, hacer ejercicio con alguien puede hacer que el tiempo se vaya más rápido.

Recompénsate
Para mantenerte motivado y superar el hábito de posponer, cada vez que alcances una meta establecida, recompénsate con algo que te motive a seguir adelante, un nuevo par de zapatos deportivos, un nuevo traje de entrenamiento o una noche social con tus compañeros de ejercicio. La auto-recompensa es una forma muy saludable de recargar energías internas, de consentirte y complacerte, de llenarte de buenas expectativas respecto a la vida.

Finalmente, si tu problema es que no puedes decidir qué acción tomar y estás posponiendo comenzar a hacer ejercicio porque estas nervioso(a) sobre tomar la opción incorrecta, contrata a un profesional del fitness. Este evaluará tu condición física y podrá diseñarte un programa de ejercicio de acuerdo a tus necesidades y preferencias.

Comprometido con tus resultados,

JC Mendoza
Experto en Fitness


jueves, 19 de enero de 2017

¿QUE TAN FUERTE DEBERIAS ENTRENAR TU CUERPO?

Cuando se trata de entrenamiento hay diferentes escuelas de pensamiento. Por un lado tenemos a muchos gimnasios de CrossFit que entrenan a sus discípulos como soldados que se preparan para la guerra y al otro extremo tenemos a muchos entusiastas del ejercicio que piensan que el gimnasio es un club social en el cual la tarea más dura que realizan es tomarse “selfies”.

Entonces, ¿Cuánto deberíamos esforzarnos realmente en el gimnasio para ver resultados?

Si bien sentir que el músculo se está quemando, la sensación de dolor paralizante, llegar a vomitar, no poder caminar después del día de piernas o no poder conducir después del día de brazos, son distintivos de honor para muchos aficionados al gimnasio, ninguno de ellos garantiza que tu entrenamiento fue positivo y que dará lugar a mejoras. Aun así hay muchos que prefieren centrarse en estos elementos en lugar de una progresión objetiva.

Ahora bien, no me malentiendas, si quieres progresar necesitas entrenar duro, mucho más duro que la mayoría de la personas. Desafortunadamente, una vez que consigues ir más allá de cierto umbral, empujarte aún más difícilmente conducirá a más ganancias e incluso podría perjudicar tu progreso a largo plazo o podrías terminar con una lesión seria.

¿Qué hacer entonces? Si entrenas un músculo sólo una vez a la semana, podrás imponer más castigo sin demasiados efectos adversos que si entrenas a cada músculo varias veces en una semana. ¿Pero qué pasa si apenas puedes caminar durante cinco días después de entrenar las piernas cuando sólo las ejercitas una vez por semana? Como regla general te diré que si el dolor extremo persiste más de 3 días, entonces el entrenamiento fue demasiado fuerte o muy prolongado (demasiados ejercicios).

Sin embargo, para alguien que entrena cada músculo más de una vez a la semana será mucho más difícil encontrar la dosis adecuada de intensidad en los entrenamientos. Como lo mencioné anteriormente, si bien es necesario hacer lo suficiente para estimular el progreso, debemos tener cuidado en no sobrepasarnos para no impactar negativamente la próxima sesión debido a que estamos muy adoloridos.

También debemos de tomar en cuenta que algunas personas responden mejor al volumen de ejercicios (cantidad de ejercicios) mientras otras al peso. Del mismo modo, algunas personas pueden soportar un mayor estrés tanto en sus músculos como en sus articulaciones, mientras otros sólo pueden tolerar una cantidad muy limitada de estrés. Por lo que es muy importante conocer cuál tipo eres tu y cuál es la meta que deseas conseguir para que puedas diseñar un programa que te permita progresar.

Como conclusión te diré:
  • Tienes que entrenar duro para progresar de manera óptima, pero no tan duro que afecte  la calidad de tus otros entrenamientos o que cause tanto dolor que disminuya tu rendimiento.
  • Si entrenas un músculo sólo una vez a la semana, podrás imponer más castigo sin demasiados efectos nocivos que si entrenas a cada músculo varias veces en una semana. 
  • El poner a prueba ocasionalmente tu temple con ejercicios o entrenamientos que desafían tus capacidades puede ser una buena manera de ver cuan físicamente capaz eres, y el prepararte para esos desafíos puede aumentar tu motivación de forma significativa.
  • Si no te vuelves loco(a) de vez en cuando, pierdes de vista lo que significa entrenar duro. Una lección ocasional de dolor en el gimnasio te permitirá mantener las cosas en perspectiva.
  • Recuerda que el nombre del juego es “progreso”. Si no estás progresando en fuerza, rendimiento y/o composición corporal de semana a semana, es señal que tu entrenamiento y/o nutrición podrían no ser los adecuados.


Comprometido con tus resultados,

JC Mendoza

Experto en Fitness