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Este blog se creó con un sólo propósito.... ayudarte a alcanzar la salud y figura que siempre has deseado. No importa cuál sea tu meta, aquí encontrarás los consejos, las estrategias y las técnicas de entrenamiento de vanguardia que te ayudarán a alcanzarla sin tener que gastar tu tiempo y dinero en rutinas de entrenamiento y suplementos que no funcionan.

martes, 27 de julio de 2010

PORQUE LA LIPOSUCCION NO GARANTIZA UN ABDOMEN PLANO

La mayoría de personas siempre están buscando soluciones rápidas para lograr un estomago plano, buscan la pastilla mágica o esa máquina maravillosa que les hará realidad su sueño sin necesidad de esfuerzo. Otros buscan soluciones más drásticas y se arriesgan con procedimientos como la liposucción. Si bien es cierto que este procedimiento puede darte resultados inmediatos, muy difícilmente se pueden mantener.

A continuación te explicaré el porque.

La liposucción es una de las cirugías cosméticas más practicadas. La liposucción es el proceso de remover la grasa en áreas específicas de nuestro cuerpo a través de la succión de la grasa. La liposucción es una operación quirúrgica y como toda cirugía tiene riesgos, en algunos casos los resultados han sido desastrosos. Los riesgos más comunes son infecciones, alergias y coágulos sanguíneos. 

Ahora bien, el  exceso de grasa acumulada en el cuerpo de una persona es el resultado de 3 factores: malos hábitos alimenticios, desbalance del sistema hormonal y un metabolismo lento. Por lo que si estos tres factores se mantienen igual, ningún resultado obtenido con una liposucción se podrá mantener.

 

Malos hábitos alimenticios

Lo que muchas personas olvidan es que la principal causa de su exceso de grasa, son sus malos hábitos alimenticios. Al decir malos hábitos alimenticios no me refiero solamente a comer comida chatarra, sino que si no comes lo suficiente para alimentar correctamente a tu cuerpo o pasas muchas horas sin ingerir alimentos, entonces tienes malos hábitos que te acarrearán consecuencias indeseables. Debido a que mejorar nuestros hábitos no es algo que se pueda lograr de la noche a la mañana, será muy difícil poder mantener el resultado de una liposucción.

 

El sistema hormonal

Otra de las razones principales para tener exceso de grasa es un desbalance en el sistema hormonal. Este desbalance es consecuencia de malos hábitos como comer demasiados carbohidratos refinados, no dormir lo suficiente, no ejercitarse, etc. Todo esto afecta a las hormonas que afectan tu peso, como la insulina, la tiroide, la hormona de crecimiento, la testosterona y el estrógeno. Si estas hormonas no se normalizan, seguirán creando un desbalance en el cuerpo que propiciará el aumento de peso a través del almacenamiento de más grasa.

 

Metabolismo lento

Tu metabolismo esta mayormente afectado por el ejercicio y los hábitos alimenticios. El perder comidas y aguantar hambre hace que tu metabolismo se vuelva más lento. Por el otro lado, el ejercicio de resistencia muscular y de alta intensidad hace que tu metabolismo se acelere, afectando positivamente como tu cuerpo utiliza los alimentos para obtener energía. De manera que a menos que realices ejercicio para directamente influenciar a tu metabolismo, recuperarás la grasa que se te quitó con la liposucción.

Con todo esto dicho, resulta mas fácil comprender como si no hacemos un cambio profundo en nuestro estilo de vida no podremos mantener el resultado de una liposucción, y ésta sólo representaría un riesgo que no vale la pena tomar. Además procedimientos invasivos como la liposucción solamente tratan los síntomas de un mal mas no así las causas que lo provocaron. Por lo que si quieres disfrutar de una mejor figura libre de esa grasa tan indeseable, comienza por alimentarte mejor cada día y realiza ejercicios de 3 a 4 días a la semana. Si bien no lograrás los cambios inmediatos que te daría una liposucción, estos si los podrás mantener y mejorar cada día afectando positivamente tu salud tanto física como mental, y eso es lo más importante.

Comprometido con tus resultados,

JC Mendoza
Experto en Acondicionamiento Físico

miércoles, 14 de julio de 2010

COMO EL EJERCICIO TE HACE MAS INTELIGENTE

Todos conocemos los beneficios que nos brinda el hacer ejercicio, sin embargo cada vez es menos el tiempo que le dedicamos; ya sea porque nos da pereza o porque  cada vez son más las tareas que anteponemos como resultado de la sociedad “moderna” en que vivimos.

Ahora bien, lo que no todos saben es que el hacer ejercicio puede volvernos más inteligentes. Así es, una vez mas la ciencia ha demostrado, sin lugar a dudas, que la actividad física puede influenciar positivamente a nuestro cerebro, ya que el ejercicio desencadena la liberación de sustancias químicas en el cerebro que regeneran, reparan, e incluso en cierta medida, mejoran el rendimiento mental. Una de estas sustancias químicas son las endorfinas que se liberan por la glándula pituitaria en respuesta al estrés o al dolor. Las endorfinas se liberan a 30 minutos del inicio de la actividad física y reducen  la incomodidad del ejercicio,  también se les atribuye la sensación de euforia y felicidad. Con esta sensación de felicidad el cerebro se relaja del estrés y evita la depresión, ya que estos químicos naturales producen una fuerte analgesia y estimulan los centros de placer del cerebro creando situaciones satisfactorias que contribuyen a eliminar el malestar y disminuir las sensaciones dolorosas.

El ejercicio no sólo nos ayuda a mantenernos en forma, sino que también protege a nuestro cerebro de la degeneración adicional. Todos los días perdemos miles de neuronas y las  personas que sufren enfermedades degenerativas del cerebro como el Alzheimer o la demencia, pierden una cantidad mayor. El cerebro se encoge como parte del proceso normal de envejecimiento. Sin embargo, puede ser retrasado. Según investigaciones, los científicos han descubierto que uno de los beneficios del ejercicio es la generación de nuevas neuronas. Estas nuevas neuronas se crean en el hipocampo, que es el centro del aprendizaje y de la memoria en el cerebro. Lo contrario a la depresión mayor y otros trastornos asociados al estrés crónico, que  causan cambios en la estructura física del cerebro, incluyendo una disminución en el tamaño del hipocampo. 

Otro beneficio de realizar actividad física es que estimula las conexiones entre neuronas y favorece su desarrollo. La responsable de este vital fortalecimiento neuronal, es una molécula que se le ha llamado “Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro” (BDNF, por sus siglas en inglés). Este factor actúa en las neuronas como si fuese un fertilizante: regándolas, alimentándolas, fortaleciéndolas y protegiéndolas. Y el ejercicio es la mejor forma para activar esta molécula, o sea que el ejercicio te hace más inteligente mediante la activación de tu cerebro para liberar las cargas de BDNF, mejorando el proceso de aprendizaje y el rendimiento mental.

También la actividad física aumenta la “plasticidad del cerebro”.  Esta es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar con la asimilación de nuevas experiencias y conocimientos. Es la capacidad de las neuronas para crear nuevas conexiones cuando la nueva información está disponible, por eso tienes capacidad mental sin límites. Un cerebro sin capacidad plástica tendría límite a la cantidad de información que puede almacenar, ya que las neuronas no pueden adaptarse y hacer nuevas conexiones.

Además, el ejercicio también ayuda al aumento de la circulación de oxígeno a través de la sangre. Un cerebro privado de oxígeno da como resultado la disminución de la actividad física, ya que manda una señal al cuerpo diciéndole que necesita descansar o dormir. Es por eso que el sedentarismo reduce la actividad cerebral debido a la falta de ejercicio. Cuando nos sentimos perezosos, el sólo hecho de pensar hacer algo nos parece una tarea tediosa, por lo que menos actividad física se produce.

Con toda esta información espero que tomes conciencia de la importancia de hacer ejercicio para tu salud física y mental, así que no esperes mas y da el paso hoy mismo.

Comprometido con tus resultados,

JC Mendoza
Experto en Acondicionamiento Físico

viernes, 9 de julio de 2010

DIFERENTES TIPOS DE GRASA

A principios de los noventa, la grasa recibió la misma mala reputación que los carbohidratos están recibiendo ahora. Contrario a esta creencia, los científicos ahora se están dando cuenta más y más que la grasa juega un papel crucial en  el cuerpo para el desempeño de muchas de sus funciones y la salud del mismo. La clave esta en la calidad de la grasa, más que en la cantidad. Además, la grasa provee ácidos grasos esenciales que no pueden ser producidos por el cuerpo y deben de consumirse por medio de los alimentos.

La grasa es uno de los 3 recursos básicos de calorías (además de las proteínas y de los carbohidratos).  Es el recurso de energía más concentrado en la dieta, ya que provee más del doble de las calorías que se obtienen de los carbohidratos y las proteínas (9 calorías por gramo). Esta se clasifica en:

1.      Grasa Saturada: se mantiene dura aún cuando se encuentra a temperatura ambiente, como sucede con la manteca de cocina y la mantequilla; es decir, las grasas saturadas sólo se derriten cuando se eleva la temperatura. Los alimentos de origen animal son ricos en grasas saturadas y por lo tanto en colesterol. Incluso, hay partes determinadas de la carne de la res que son particularmente peligrosas para el corazón. Los alimentos lácteos también están cargados de grasas saturadas: en la leche entera el 3.6 % está constituido por grasas; los quesos (sobretodo quesos duros) las poseen en grandes cantidades; y la mantequilla y la crema no son una excepción.

2.      Grasa Insaturada: es usualmente líquida y se deriva de recursos vegetales como las nueces y otras semillas. Comúnmente se les conoce como aceite (aceite de oliva, aceite de pescado, aceite de canola, etc.). Son las más beneficiosas para el cuerpo humano por sus efectos sobre los lípidos plasmáticos y algunas contienen ácidos grasos que son nutrientes esenciales, ya que el organismo no puede fabricarlos y el único modo de conseguirlos es mediante ingestión directa. Se dividen en: Grasas monoinsaturadas, son las que reducen los niveles plasmáticos de colesterol asociado a las lipoproteínas LDL (colesterol “malo”). Se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate, y algunos frutos secos. Elevan los niveles de lipoproteínas HDL (colesterol “bueno”). Grasas poliinsaturadas (formadas por ácidos grasos de las series omega-3, omega-6). Las grasas ricas en ácidos grasos de la serie omega-6 reducen los niveles de las lipoproteínas LDL y HDL, incluso más que las grasas ricas en ácidos grasos monoinsaturados. Las grasas ricas en ácidos grasos de la serie omega-3 tienen un efecto más reducido. Estas se encuentran en la mayoría de los pescados azules (bonito, atún, salmón, etc.), semillas oleaginosas y algunos frutos secos (nuez, almendra, avellana, etc.).

3.      Las llamadas grasas Trans (Trans Fats) son básicamente grasas vegetales que han sido cambiadas químicamente por un proceso llamado hidrogenación, este proceso se realiza sobre las grasas con el fin de solidificarlas para utilizarlas en diferentes alimentos. Un ejemplo de ello es la solidificación del aceite vegetal para la fabricación de margarina. Este tipo de grasas deberían de ser evitadas tanto como sea posible ya que pueden ser particularmente peligrosas para el corazón y se asocian con un mayor riesgo de desarrollo de algunos canceres. Los estudios más recientes demuestran que las concentraciones más altas de ácidos grasos trans pueden incrementar el riesgo de padecer diabetes de tipo II. De manera que si las palabras “hidrogenado” o “parcialmente hidrogenado” aparece en la lista de ingredientes de un alimento, entonces ese alimento tiene alguna cantidad de grasas trans. Alimentos como las margarinas, las comidas fritas más comerciales y los productos de las panaderías usualmente contienen este tipo de grasas.

Otro problema que presenta este tipo de grasas es que no sólo aumentan la concentración de lipoproteínas de baja densidad (LDL) en la sangre, sino que disminuyen las lipoproteínas de alta densidad (HDL), provocando un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Conocer cuales grasas elevan el colesterol LDL y cuales no, es el primer paso para disminuir el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón.

El comité de nutrición de la Asociación Americana del Corazón recomienda los siguientes lineamientos para individuos sanos y mayores de 2 años:

  • Limitar la ingesta total de grasa a menos del 25-35% del total de calorías por día
  • Limitar la ingestión de grasas saturadas a menos del 7% del total de calorías diarias
  • Limitar la ingestión de grasas trans a menos del 1% del total de calorías diarias
  • El porcentaje remanente de grasa debería de provenir de fuentes monoinsaturadas y poliinsaturadas tales como nueces, semillas, pescado y aceites vegetales
  • La mayoría de personas deben de limitar la ingestión de colesterol a menos de 300 mg por día, pero si padeces de enfermedad coronaria del corazón o tu  nivel de colesterol de baja densidad (LDL) es 100mg/dL o mayor, debes de limitar la ingestión de colesterol a menos de 200 mg al día.

Pon atención a lo que pones en tu boca y haz ejercicio de manera regular, de esta manera podrás disfrutar de una vida más sana a lado de tus seres queridos.


Comprometido con tus resultados,

JC Mendoza
Experto en Acondicionamiento Físico

jueves, 1 de julio de 2010

METABOLISMO Y SOBREPESO

Seguramente has escuchado a muchas personas con sobrepeso culpar a su  metabolismo “lento” por ese problema, ¿sabes como funciona este? Dicho en pocas palabras, tu metabolismo es el proceso mediante el cual tu cuerpo convierte lo que comes y bebes en energía. Durante este proceso bioquímico, las calorías en los alimentos y bebidas se combinan con oxígeno para liberar la energía que tu cuerpo necesita para funcionar adecuadamente. Aún cuando descansas tu cuerpo necesita de esta energía para realizar muchas funciones (respiración, circulación sanguínea, reparación y crecimiento de células, etc.) El número de calorías que tu cuerpo utiliza para llevar a cabo estas funciones básicas es conocido como “Índice de Metabolismo Basal” (Basal Metabolic Rate), y éste es el responsable aproximadamente del 60-70% de las calorías que quemas en un día.

Existen varios factores que determinan el índice de metabolismo basal:
  • El tamaño del cuerpo y su constitución. Los cuerpos de personas más grandes o con más tejido muscular queman más calorías.
  • El sexo. Los hombres, usualmente, tienen menos grasa corporal y más músculo  que las mujeres de una misma edad y peso, por lo que queman más calorías.
  • La edad. Con forme se envejece, la cantidad de músculo tiende a disminuir  ocasionando que el cuerpo queme menos calorías y acumule más grasa.

A pesar de que es tentador el culpar a tu metabolismo de tu sobrepeso, éste es un proceso natural que, generalmente, balancea tu cuerpo para que pueda cumplir con los requerimientos diarios de energía. Si bien es cierto que influye en tu peso, éste por si sólo no es el responsable de que engordes; sino que son la cantidad de alimentos, tanto sólidos como líquidos, y el nivel de actividad física que tengas los que determinarán tu peso, a menos que tengas una condición de salud (Ej.: Hipotiroidismo).

Aumentar de peso es simplemente el resultado de ingerir más calorías de las que se consumen. Por lo que, debido a que no tienes mucho control sobre la “velocidad” de tu metabolismo, debes de controlar la cantidad de calorías que ingieres y la cantidad de calorías que quemas a través de tu nivel de actividad física. Dicho de otra manera, para perder peso tienes que crear un déficit de energía ya sea consumiendo menos calorías o aumentando el número de calorías que quemas a través de tu actividad física, o ambos.

Ahora bien, no te recomiendo que lo hagas sólo por medio de reducir tu ingesta de calorías, como muchas dietas de moda promueven hoy en día. Esto sólo agravará más tu situación, ya que tu cuerpo buscará compensar este déficit de energía volviendo tu metabolismo más lento, o sea consumiendo menos calorías. Además si restringes mucho tu alimentación no tendrás la energía suficiente para realizar tus actividades diarias provocando que te sientas cansado(a) y sin ánimos.

Lo que si te recomiendo que hagas es lo siguiente:
  1. Disminuye tu ingesta de calorías por medio de evitar grasas, azúcares y alimentos procesados. Evita los carbohidratos por la noche, en ves de ellos come más vegetales y ensaladas junto con una fuente de proteína (carne, pollo o pescado).
  2. Come por lo menos 5 veces al día (3 comidas y 2 meriendas).
  3. Aumenta tu actividad física diaria. Trata de caminar siempre que sea posible en lugar de usar tu vehiculo, toma las escaleras en vez del ascensor, estaciona tu vehiculo más lejos cuando vayas al supermercado, lava tu vehiculo en lugar de pagar por ello, saca a caminar a tu perro con más frecuencia, etc.
  4. Practica un deporte o haz ejercicio de manera regular. Procura hacer esto por lo menos 3 veces a semana. Recuerda que al ejercitar tu cuerpo no sólo evitas que pierda tejido muscular sino que gane más, lo que se traduce en quemar más calorías diarias.
  5. Evita las bebidas alcohólicas. Si bebes hazlo con moderación y evita las bebidas dulces.

No busques soluciones mágicas porque no las hay, no creas en productos que ofrecen resultados sorprendentes de la noche a la mañana que lo único que pueden hacer es dañar tu salud. Se constante con el ejercicio y controla tu alimentación, y alcanzarás los resultados que buscas.

Comprometido con tus resultados,

JC Mendoza
Experto en Acondicionamiento Físico