Esta es una de esas preguntas que me hacen casi a diario,
y es muy común escuchar a entrenadores personales o “expertos en fitness”
declarar que la nutrición representa el 70 u 80% del físico de una persona. Primero
que nada me gustaría saber cómo llegaron al cálculo de ese digito, qué formula
ocuparon o en qué se basaron para hacer tal aseveración.
Por mi parte, cada vez que me hacen esta pregunta siempre
les contesto lo siguiente: “depende”, así es, depende del punto de referencia.
Si evaluamos el grado de importancia en base al tiempo invertido en cada una de
estas dos actividades (ejercicio y nutrición), entonces sí podría ser un 80% o
más el que recibiría la nutrición debido a que si tomamos como punto de
referencia un día normal productivo de 16 horas (24 menos 8 horas de sueño), de
las cuales dedicamos 1 hora al ejercicio entonces nos quedan 15 horas en las
cuales tenemos que alimentarnos correctamente para sacarle el máximo provecho a
ese ejercicio.
Pero si lo evaluamos en base al grado de importancia,
entonces sería un 50% para el ejercicio y 50% para la nutrición, ya que no se
puede separar una de la otra si esperamos obtener un cambio positivo en nuestro
cuerpo (perder grasa, ganar músculo, un mejor acondicionamiento atlético,
etc.). Estos dos componentes de un programa bien diseñado trabajan de forma
sinérgica, independientemente de la meta que tengamos. Si fallamos en realizar
uno de ellos de la manera correcta el resultado será menos que óptimo o nulo,
ya que uno depende del otro para alcanzar la meta deseada.
Si una persona se ejercita correctamente, logrando
producir el estímulo necesario en sus músculos para que su cuerpo cambie pero
falla en alimentarse correctamente para proveerle la materia prima que sus músculos
necesitan para poder producir ese cambio, entonces verá frustrado su esfuerzo
en el gimnasio. Por el otro lado, si esta misma persona se alimenta correctamente
pero falla en realizar un programa de ejercicios que produzca ese estímulo
necesario para provocar el cambio que busca, verá frustrado su esfuerzo en la
cocina.
En realidad, es imposible poner un porcentaje específico
sobre el grado de importancia, ¿cómo podríamos saber cuál número le corresponde
a cada una de estas actividades o componentes de un programa? Ahora bien, lo
que sí creo es que depende del nivel de progreso físico en el que se encuentre
una persona, el grado de atención que le deberá prestar a una de estas dos
actividades. Me explico:
-Un principiante debería de
concentrarse más en su nutrición. Si
bien cuando se es principiante no se poseen los conocimientos necesarios de
nutrición ni de ejercicios, darle prioridad a adquirir un mejor conocimiento
sobre nutrición debería de ser una prioridad en este punto, ya que una mejora
en la dieta como comer 5 ó 6 comidas en lugar de 3,
cortar las grasas saturadas y los azúcares refinados, agregar más frutas,
vegetales, granos enteros y fuentes de proteína a la dieta, hará una diferencia
enorme y notable en el cuerpo de un principiante, permitiéndole crear cambios rápidos
y espectaculares en la pérdida de grasa y construcción de músculo.
En cuanto al ejercicio, cuando se
es principiante los sistemas muscular y nervioso
no están acostumbrados a hacer
ejercicio, por lo tanto, casi cualquier programa de entrenamiento puede causar
un crecimiento muscular y desarrollo de la resistencia, ya que todo producirá
un "shock" a un cuerpo no entrenado. Pero no importará lo duro que
entrene o qué tipo de rutina de entrenamiento realice, si no se acompaña de la nutrición
adecuada.
-Los individuos que se encuentren en un
nivel intermedio o avanzado deberían de concentrarse más en su entrenamiento.
Cuando alguien alcanza un nivel intermedio, los cambios en su entrenamiento se
vuelven más importantes, en términos relativos, ya que una vez que se ha
dominado todos los aspectos básicos de nutrición, no hay mucho más que se pueda
hacer sino seguir siendo constante día tras día. La excepción a esto serían los
cambios que se tendrían que hacer en la nutrición si se desea una dieta para
aumentar la masa muscular o una dieta previa a una competencia.
Pero en cuanto al entrenamiento, una persona en
este nivel puede y debe aumentar la intensidad y mejorar la eficiencia de sus
entrenamientos casi constantemente, si desea seguir progresando. De hecho,
cuanto más avanzado se esté, se vuelve más importante la progresión y la
variación del entrenamiento, ya que un cuerpo bien entrenado se adapta con
mayor facilidad a un determinado tipo de entrenamiento. Para evitar esto yo
recomiendo cambiar los programas de entrenamiento cada 4-5 semanas. Por esta
razón en muy importante que la persona en estos niveles se concentre más en los
ejercicios, en cómo combinarlos, sus diferentes variaciones, que grupos
musculares trabajar un mismo día, los diferentes tipos de entrenamiento, etc.
En conclusión, ambos componentes son importantes
si deseas cambios permanentes en tu figura, de manera que no les restes
importancia a ninguno de ellos y trata de sacarle el mayor provecho a ambos
disciplinándote y siendo constante.
Comprometido con tus resultados,
JC Mendoza
Experto en Fitness
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