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miércoles, 24 de noviembre de 2010

¿ESTA MAL CONSUMIR SAL?

La mayoría de nosotros sabemos que el consumo excesivo de sal (cloruro de sodio)  contribuye al desarrollo de la hipertensión, pero una investigación reciente mostró que también se asocia con accidentes cerebros vasculares, deficiencia de calcio y  osteoporosis, retención de líquidos, aumento de peso, úlceras de estómago y cáncer de estómago. Sin embargo, reducir el sodio en exceso puede ser tan perjudicial como su consumo en grandes cantidades. El ingerir muy poco puede causar espasmos, ritmo lento del corazón, muerte súbita e incluso aumentar el riesgo de ataque cardiaco en pacientes hipertensos. Por esto es importante comprender el papel que juega el sodio en el cuerpo y la diferencia entre las fuentes “buenas" y "malas" de sodio, ya que te ayudará a obtener la sal para tus comidas a la vez que satisfaces las necesidades de sodio de tu cuerpo.


El sodio y el potasio son dos minerales que tienen que estar en equilibrio dinámico constante para que los nutrientes y los residuos puedan tener lugar a través de las membranas celulares. El sodio es esencial para mantener la salud de cada célula en el cuerpo humano. Este se encuentra en el líquido entre las células (a menudo llamado “líquido extracelular”) mientras que el potasio se manifiesta principalmente en el interior de las células (en el “líquido intracelular”). Si la cantidad de cualquiera de estos minerales es deficiente o excesiva, se compromete la permeabilidad celular y la salud de todas las células sufre.

Además de ser un componente del líquido extracelular que cubre cada célula viva, el sodio juega un rol importante en nuestra sangre y en nuestro fluido linfático. También es necesario para la producción de ácido clorhídrico, una enzima digestiva secretada por el estómago para digerir las proteínas. Junto con el potasio, el sodio es necesario para el buen funcionamiento de los nervios y la contracción de los músculos (El corazón, como ustedes saben, es el músculo que más trabaja). Por último, el sodio es necesario para mantener diversos tipos de equilibrio que son de suma importancia para el cuerpo, tales como el equilibrio de fluidos, el equilibrio de electrolitos y el pH (ácido / alcalino).

Al igual que la grasa, el sodio es a menudo mal entendido por el público. El sodio y la grasa son nutrientes que necesitamos para nuestra salud, pero no todas las clases de ellos son saludables. El obtener el sodio de una manera adecuada, fácil y absorbible es importante, pero la obtención en exceso de las clases incorrectas de sodio es perjudicial.


¿Cuánta sal consumimos?

De acuerdo con el contador de sodio (Pocket Books, 1993), el consumo promedio de los estadounidenses de sal es de dos a tres cucharaditas al día. Esto puede no parecer mucho, pero proporciona entre 4,000 y 6,000 miligramos de sodio por día, lo que representa más del doble de la cantidad diaria máxima recomendada de 2,400 miligramos por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA).

Contrariamente a la creencia popular, el dejar de consumir sal en tu dieta y controlar su consumo no es tan simple como dejar de usar el salero. De hecho, el americano medio, al desechar su salero no hará mucha diferencia en su ingesta total de sodio, ya que el consumo de sal en la mesa es mínimo en comparación con la sal que se oculta en los alimentos procesados que come todos los días. La sal que agregan los fabricantes, tan insidiosamente y de manera rutinaria, a los alimentos es más difícil de evitar. Desde bocadillos, obviamente salados como papas fritas, pretzels y nueces tostadas hasta sopas y pan, la sal está ahí. Está incluso oculta en cereales como las hojuelas de maíz y en postres como el pudín de chocolate instantáneo.
 

¿
Cómo hacer para reducir su consumo?

Acostúmbrate a leer siempre la etiqueta de información nutricional que viene en cada alimento que compras, presta atención a lo que contiene. Recuerda que la mayoría de personas consumen “sal oculta” en los alimentos procesados. Esto significa que tienes que ser escéptico acerca de cada alimento que estás pensando en comprar. Lee el número de miligramos de sodio que aparece en la etiqueta. Aunque los requerimientos de sodio son diferentes para cada individuo, utiliza esto como regla general: concéntrate en comprar alimentos bajos en sodio, o sea alimentos que contienen 140 miligramos o menos de sodio por porción. (Si necesitas más sodio en tu dieta, agrega más sal en la mesa)

También es importante recordar que la sal adecuada cuando se usa con moderación, ya sea como un ingrediente en la cocina o añadido a la mesa no es un problema. La sal puede ayudar a realzar el sabor en la mayoría de los alimentos. La clave esta en consumirla con moderación.

Comprometido con tus resultados,

JC Mendoza
Experto en Acondicionamiento Físico

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