Me decidí a escribir este artículo porque los malos hábitos
son los responsables de muchas de las enfermedades que sufrimos en estos días
(diabetes, obesidad, hipertensión, etc.), además son el obstáculo NUMERO UNO
que enfrentan la mayoría de personas para lograr la figura que desean. Así es, la mayoría de las personas se adaptan
con relativa facilidad a un régimen de ejercicios, aun cuando han pasado mucho
tiempo sin realizarlo, inclusive aquellas personas que nunca lo habían practicado
anteriormente, pero cuando se trata de lo que DEBERIAN comer, la cosa cambia.
La verdad es que el ser humano es un experto en el
arte de la “Auto-justificación”, somos muy diligentes para buscar excusas para
comer lo que nos gusta (sin importar que no sea bueno para nuestra salud y
figura), excusas como: “sólo se vive una
vez”, “éste es mi último bocado”, “el lunes comienzo la dieta”, “trabajo mucho
y me lo merezco”, “mañana hago el doble de ejercicio”, etc., son comunes y
creo que todos las hemos ocupado o las seguimos ocupando. La verdad es que a
nadie le gusta que le prohíban algo, está en nuestra naturaleza esa especie de
rebeldía para hacer lo que queremos y cuando queremos. Ahora bien, parte del
problema radica en esto mismo, verlo como una prohibición cuando deberíamos de
verlo como una decisión consiente y sensata para poder disfrutar de una
mejor salud con el beneficio extra de alcanzar la figura que siempre hemos
deseado.
La verdad es que yo nunca he creído en la idea del
“gordito feliz”, y no porque no crea que alguien con sobrepeso pueda ser feliz,
sino porque me cuesta creer que alguien pueda estar feliz consiente de todos
los riesgos que representa para su salud el sobrepeso. Con esto no estoy
juzgando a nadie, porque las causas pueden ser muy diversas y difíciles de
batallar, pero si la causa del sobrepeso no es clínica, un cambio en el estilo
de vida y de hábitos alimenticios bastará para solucionar el problema.
A continuación te daré unos consejos para alimentarte
mejor, pero antes quiero mencionarte algo que de seguro ya lo habrás escuchado
o leído antes, pero que vale la pena repetir: perder peso de forma sostenible y
lograr un cambio sustancial en tu figura no se logra con dietas milagrosas,
píldoras o la máquina de moda que anuncian por televisión, requiere de
perseverancia en los cambios de tu estilo de vida y, dependiendo de la persona,
de mucha paciencia.
·
Comienza
tu día bebiendo agua. Bebe un vaso de agua tan pronto te levantes de la cama y continúa
bebiéndola a través de todo el día. El 50-70% del cuerpo humano es agua por lo
que debes de beber suficiente para no retenerla y mantenerte hidratado(a). Evita las sodas o jugos enlatados que lo
único que te brindan son calorías vacías que aumentarán el tamaño de tu
cintura.
·
Prepara
tus alimentos con anticipación. Si tu semana es muy ocupada, dedica un tiempo
en el fin de semana para preparar los alimentos y meriendas que vas a consumir
durante la semana.
·
Escoge
fuentes de proteína bajas en grasa como la pechuga de pollo sin piel, pechuga de pavo, lomo de ternera, y/o
con excelente fuentes de Omega 3 como el bacalao, atún, salmón, mero (de
preferencia que sean orgánicos para evitar los esteroides,
hormonas y antibióticos que se encuentran en la carne de las granjas
industriales).
·
Evita
los alimentos procesados ya que carecen de nutrientes y vienen llenos de
preservativos, grasas hidrogenadas e ingredientes que cuesta pronunciar. En
lugar de ellos consume más vegetales y frutas que son ricas en vitaminas,
minerales y fibra que te ayudarán a mantenerte saludable.
·
No
te saltes las comidas, en especial el desayuno, pero evita los cereales altos
en azúcar. El aguantar hambre no es bueno para tu salud ya que no le estás
proporcionando a tu cuerpo las calorías necesarias que proveen de energía a las
células para operar a un nivel óptimo.
·
Evita
comer fuera de casa pero si lo tienes que hacer por trabajo o compromiso social
trata siempre de comer algo antes de salir para evitar llegar con mucha hambre
al restaurante o reunión y poder escoger mejor lo que vas a llevarte a la boca.
·
Nunca
vayas al supermercado sin una lista previamente elaborada ya que terminarás con
la carretilla llena de alimentos que no necesitas y poco saludables. Además, si
no tienes un plan de ataque siempre terminarás gastando de más. Lee las etiquetas de los alimentos que compras para estar
consciente de la cantidad de sal, azúcar y grasa que en ellos se encuentra.
Es muy importante que sepas que la fuerza de voluntad
tienes que ejercitarla al igual que ejercitas tu cuerpo. En un inicio te
costará resistir la tentación de comer algo que te gusta y que sabes que no
debes, pero conforme lo sigas resistiendo te resultará cada vez más fácil y
cuando menos lo esperes dejará de ser difícil el decir NO, así que no te
desanimes y sigue adelante, después de todo… “hay que comer para vivir, no
vivir para comer”.
Comprometido con tus resultados,
JC Mendoza
Experto en Fitness
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